La
semana pasada dejé bien claro que
no se nada de las mujeres o de cómo tratarlas, pero, en mi más reciente salida,
me llevé el duro golpe de la realidad: Conozco aún
menos de lo que pensaba y eso que ya me creía bastante ignorante, casi analfabeta. La verdad es que
los analfabetas me llevan una morena porque ellos se multiplican como conejos.
En una noche con amigas y amigos en un local de concurrida presencia, el cual no divulgaré porque nadie me paga por hacer publicidad, estaba sentado cuando
una muy querida amiga, el notar que salí con la intención de
echar un pié y, que además, ninguna de las chicas presentes tenía ganas de si quiera mirar la pista de baile,
me dijo:
Azrael, tenemos que conseguirte una novia.
Y acto seguido me abrazó como quien da el sentido pésame en algún funeral.
Me dolió.
Ésta
no es la primera vez que oigo algo así, de hecho, hasta frases del estilo "Tengo una amiga para ti", "Quiero que conozcas a Fulana" y otras semejantes han surgido de diferentes personas, incluso algunas que apenas estoy conociendo; lo que es extraño, porque
yo nunca ando divulgando mis desaventuras románticas a nadie. De hecho, un gran amigo me formó un peo por eso mismo, porque no cuento nada.
Volviendo a esa noche, casi
simultáneamente al abrazo de la muerte, me llegó un mensaje de otra chica, totalmente independiente del grupo con quienes estaba, que leía lo siguiente:
Azri, te voy a dar unos tips.
Tips para cuando salgas con una chica que te guste.
¡Ouch! ¡En menos de 20 minutos!
¿Será que mis desventuras en el juego batalla de la conquista se deben a mi carencia de herramientas?. Estoy convencido de ello, ahora que lo pienso, no recuerdo nunca haber
echado los perros, o peor aún, ¿será que sí los he
echado pero son muy ineficientes?
Seguro es porque no me gustan los animales que no tengo
canes para abalanzar sobre alguna
desafortunada chica
víctima que me genere algún interés
pre y
postcoital, del tipo en el que
se van dos agarrados de manos pero se ve una sola sombra.
Es por eso que
hoy abro este clasificado en busca de alguna maestra que esté dispuesta a enseñarme las bases para entender los mecanismos que intervienen en el juego de una posible conquista.
Mis exnovias pueden dar fe de mi
perros echados,
ellas saben que fui buen novio y que las traté como a unas reinas pero llegar hasta allí, es mi problema.
Si alguna de ustedes dos lee esto, por favor, corrobore mi historia y
háganme buena publicidad. Aunque pensándolo bien, debe haber una razón por la que somos
ex ¿no?
Mejor déjenlo así.