¡Vaya que es productivo recapitular los hechos de la vida!. Es algo bueno para empezar el año y en mi pequeño break de ocio - 24 horas hasta que consiga trabajo - me vino al recuerdo las memorias de mi primera novia.
¡Ah! ¡Qué días aquellos! Cuándo todo era fácil y nada tenía los tabúes actuales. Pero por no me adelanto.
La recuerdo como si nos hubieramos conocido ayer. Su nombre: Jénnifer, Cabellos rubios, ojos claros y piel blanca, ¡Qué linda ¿no?!. Hasta ahora ha sido la relación más larga en la que he estado: desde el Maternal hasta Pre-escolar, dos (2) años académicos completicos en ese entonces - ahora el Sistema Educativo ha cambiado algo -.
La verdad, creo que su nombre era Jessica, sí, Jéssica - ¿o sí era Jen? -. En aquellos días de mi inocencia los momentos que compartimos fueron mágicos, jugábamos a la Ere, las Escondidas - por supuesto juntos y esperábamos no ser encontrados - nos gustaban las mismas cosas y todos los días almorzábamos juntos - ¡Claro!, ¡era un pre-escolar! ¡todos los días almuerzas con la misma gente!, es el horario. ¡Tarado! -.
Recuerdo que a esa edad - 4 años, máximo 5 - yo ya estaba en facultad absoluta de mis actos y un día decidí que era hora de que Jénnifer - Jéssica -, exacto, de que Jéssifer, o Jénnica, y yo sentáramos cabeza.
Ya estábamos grandes teníamos 4 y 5 años y todo el mundo por delante. Así que fui, la llamé y entre los tacos y la plastilina, dentro de una casita de juguete que sería nuestro hogar - porque no había más na'a - pronuncié las palabras que todo hombre teme: "¿Quieres ser mi esposa?", y acercándose a mi oído de inmediato respondió con un rotundo - Tan Tan TAAANNN -: "¡SÍ!".
Fui Feliz.
Ya era grande y tenía mi propia familia, aunque mis padres no lo sabían pero bueh, ya se enterarán cuando les lleguen las postales de la Luna de Miel desde los Toboganes del Pre-escolar Don Eloy.
- Continúa Aquí -
¡Ah! ¡Qué días aquellos! Cuándo todo era fácil y nada tenía los tabúes actuales. Pero por no me adelanto.
La recuerdo como si nos hubieramos conocido ayer. Su nombre: Jénnifer, Cabellos rubios, ojos claros y piel blanca, ¡Qué linda ¿no?!. Hasta ahora ha sido la relación más larga en la que he estado: desde el Maternal hasta Pre-escolar, dos (2) años académicos completicos en ese entonces - ahora el Sistema Educativo ha cambiado algo -.
La verdad, creo que su nombre era Jessica, sí, Jéssica - ¿o sí era Jen? -. En aquellos días de mi inocencia los momentos que compartimos fueron mágicos, jugábamos a la Ere, las Escondidas - por supuesto juntos y esperábamos no ser encontrados - nos gustaban las mismas cosas y todos los días almorzábamos juntos - ¡Claro!, ¡era un pre-escolar! ¡todos los días almuerzas con la misma gente!, es el horario. ¡Tarado! -.
Recuerdo que a esa edad - 4 años, máximo 5 - yo ya estaba en facultad absoluta de mis actos y un día decidí que era hora de que Jénnifer - Jéssica -, exacto, de que Jéssifer, o Jénnica, y yo sentáramos cabeza.
Ya estábamos grandes teníamos 4 y 5 años y todo el mundo por delante. Así que fui, la llamé y entre los tacos y la plastilina, dentro de una casita de juguete que sería nuestro hogar - porque no había más na'a - pronuncié las palabras que todo hombre teme: "¿Quieres ser mi esposa?", y acercándose a mi oído de inmediato respondió con un rotundo - Tan Tan TAAANNN -: "¡SÍ!".
Fui Feliz.
Ya era grande y tenía mi propia familia, aunque mis padres no lo sabían pero bueh, ya se enterarán cuando les lleguen las postales de la Luna de Miel desde los Toboganes del Pre-escolar Don Eloy.
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